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Los verdiales

Los verdiales

VerdialesSegún algunos autores, el verdial es el antecedente "prehistórico" del flamenco. Sus orígenes están ligados con el medio rural y su extensión se produjo gracias a la gran popularidad que tomó entre las clases campesinas; fue un fenómeno presente en todos los actos de júbilo: bautizos, bodas, declaraciones de amor,... Esta unión y pasión que sintió el verdialero se fue llevando a los hijos como herencia, aprendiéndose de oído de generación en generación.

Su canto puede considerarse como un fandango alegre, y sus raíces se pierden en el tiempo, observándose en algunos casos connotaciones moriscas. El discurrir del tiempo dió origen a 3 estilos que aún hoy en día perduran: Estilo de Almogía, Estilo Montes y Estilo de Comares.

Los instrumentos empleados varían de un estilo a otro pero en general podemos distinguir el violín, la guitarra, los panderos y los platillos. Éstos son hábilmente tocados por los "tontos" o integrantes de la panda, entre los que está el mayordomo o alcalde, persona que con su vara va dirigiendo la fiesta, salida del violín, cantaor y baile y la parada.Verdiales

Son alegres y bailados con castañuelas adornadas con largas cintas de diferentes colores. Los verdiales son una manifestación del folklore popular llena de colorido por los espectaculares sombreros artesanales de vistosas flores, trozos de espejos y cintas multicolores. 

La copla suele ser la clásica cuarteta, a veces con un verso más, convirtiéndose en quintilla. El baile, de parejas generalmente, es gracioso y sencillo. Su estructura suelen formarla tres coplas, a las que corresponden diversos pasos, entre los que abundan los de salto. El paseíllo entre copla y copla viene a ser el paseo de sevillanas algo simplificado y con salto continuo.

Los brazos no cesan su movimiento. Los danzantes se acercan y se separan en constante jugueteo, se dan la espalda al danzar, se miran, se cruzan de cara, etc. Como baile campestre, se baila con alpargatas que se adornan con cintas de vistosos colores atadas a las piernas. Hoy en día también es frecuente en todas las bandas el baile de Bandera.

Fandangos de verdiales

Toda la noche he “venío”
atravesando pinares,
por darle los buenos días
a uno de los verdiales.

¡Qué triste es cruzar el monte
en una noche sin luna,
más triste es vivir la vida
sin esperanza ninguna!.

Afinad el violín
y repicad el pandero,
porque ha salido a bailar
la chica que yo más quiero.

Málaga siempre destaca
por sus bonitos cantores,
sus bailes de maragatas
y panda de verdiales.

Teresa Aguilar González